sábado, 26 de noviembre de 2011

Noticia caso de infección nosocomial

Imputan a dos médicos por un brote infeccioso en el Hospital General de Alicante.


Una juez ha reabierto la investigación sobre un contagio masivo de candidiasis detectado en junio del pasado año en una sala de la Unidad de Endoscopias del Hospital General de Alicante, al tiempo que ha llamado a declarar como imputados a un médico y un anestesista, según fuentes próximas al caso.

La magistrada archivó las diligencias hace unas dos semanas con el visto bueno de la Fiscalía al no apreciar indicios delictivos de negligencia profesional, toda vez que los forenses habían dictaminado que los especialistas del centro no habían podido prever ni tampoco evitar el brote infeccioso.
Los quince afectados que están personados en el procedimiento como acusación particular recurrieron esa decisión y la propia juez, de nuevo con el respaldo del Ministerio Público, ha estimado el recurso y ha reabierto la causa para practicar más diligencias.
El fiscal adscrito al juzgado instructor considera necesario ahora tomar declaración a los dos facultativos que trataron a los pacientes «en aras a completar la instrucción», según las fuentes consultadas.
Los informes periciales recabados en la instrucción apuntan a que el contagio se produjo cuando el hongo que desencadena la candidiasis, Cándida Albicans, infectó el anestésico que se administra a los enfermos antes de someterlos a una endoscopia, el propofol.
Ese fármaco, el mismo que, en una sobredosis, causó la muerte del cantante Michael Jackson, fue suministrado por vía intravenosa a cuatro decenas de pacientes, de los que una veintena acabaron infectados y uno de ellos falleció.
La Cándida es una levadura que está en el aire y suele encontrar un buen cobijo en los sistemas de aire acondicionado. Ataca sobre todo a personas con los mecanismos de defensa bajos, como las que siguen un tratamiento antibiótico. En esos casos, el hongo se convierte en un agente patógeno para la piel y las mucosas del ser humano que provoca fiebres de hasta 40 grados, pérdida de visión, fuertes dolores abdominales e intestinales, vómitos e incluso depresión e insomnio.
El 15 de junio de 2010, tras detectar el brote infeccioso, los responsables del Hospital General decretaron el cierre cautelar de la sala 1 de la Unidad de Endoscopias y alertaron a los epidemiólogos de la Conselleria de Sanidad.
Durante su investigación interna, los especialistas tomaron muestras ambientales en las dependencias afectadas, así como de propofol, y concluyeron que el foco del contagio estaba en la manipulación de este agente anestésico.
El informe de los forenses coincide con esa conclusión. Inicialmente, parece descartado que el medicamento estuviese en mal estado o llegase defectuoso de los laboratorios donde se fabrica. Todos los indicios apuntan a que la contaminación se generó durante la manipulación del producto.
Además, el informe elaborado por el Instituto de Medicina Legal (IML) de Alicante establece que el hospital y sus profesionales cumplieron con los protocolos sanitarios previstos para estos casos.
Esas pruebas llevaron al fiscal a solicitar el sobreseimiento provisional del procedimiento y a la juez a acordarlo. Sin embargo, el recurso de reforma presentado por los perjudicados contra el archivo del caso ha reabierto el caso. La magistrada interrogará el próximo mes, en calidad de imputados por delitos de lesiones imprudentes, al anestesista y al médico que intervinieron en la realización de las endoscopias.


Esta noticia ha sido extraida del diario www.laverdad.es

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